Esta herramienta es un autodiagnóstico de integridad corporativa que funciona como un instrumento para evaluar el riesgo de cumplimiento de la normatividad aplicable a empresas de cualquier sector y condición o ubicación geográfica dentro de México, incluyendo cámaras, gremios y asociaciones.
Sirve como mecanismo de verificación de cumplimiento ejemplificado con riesgos de corrupción de los artículos 66 a 72, que pueden ser mitigados con los controles establecidos en el artículo 25, todos ellos de la Ley General de Responsabilidades Administrativas (LGRA).
Una vez que las personas usuarias contesten el cuestionario diagnóstico, esta herramienta evaluará su nivel de riesgo de corrupción identificando elementos de control y desplegando un set de recomendaciones para que las empresas usuarias puedan fortalecer sus prácticas corporativas haciendo frente a la corrupción.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) es la agencia líder de las Naciones Unidas que trabaja en 170 países y territorios para erradicar la pobreza, reducir las desigualdades y fomentar la resiliencia. Además, es la agencia que encabeza los esfuerzos para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Así, con el objetivo de mejorar la integridad corporativa en México, el PNUD México está colaborando con la Embajada Británica en México en coordinación con la Oficina de Asuntos Exteriores y de la Mancomunidad Británica (FCO, por sus siglas en inglés) en la implementación del proyecto “Fortalecimiento de las capacidades de las PyMES para identificar y combatir riesgos de corrupción en México” que es parte de la Iniciativa de Integridad en los Negocios (BII, por sus siglas en inglés) liderada por UKAid.
BII es una iniciativa conjunta del Departamento de Desarrollo Internacional del Reino Unido (DFID), el Departamento de Comercio Internacional del Reino Unido (DIT) y la FCO. El objetivo general de BII en México es ayudar a las empresas, particularmente a las pequeñas y medianas empresas (PYME) a integrar el análisis y la gestión de los riesgos de integridad en sus estrategias corporativas para hacer negocios en México.
El objetivo general de este proyecto es apoyar los esfuerzos del sector privado en México para fortalecer el cumplimiento de las normativas vigentes en materia de responsabilidades administrativas. Particularmente, brindando apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMES) en sus esfuerzos por robustecer sus prácticas de ética e integridad por medio de herramientas que faciliten la identificación, el análisis y la gestión de riesgos de corrupción en sus estrategias de negocios.
Un objetivo secundario del BII es probar cómo las embajadas británicas y las altas comisiones podrían apoyar, de una manera más efectiva, a los inversores existentes y / o potenciales para identificar y mitigar riesgos de integridad empresarial. Con ese fin, DFID, DIT y FCO están llevando a cabo tres pilotos en tres países en tres continentes, es decir, México, Pakistán y Kenia.
El propósito del piloto mexicano es identificar problemas de integridad local y probar la mejor manera de brindar apoyo personalizado a las empresas. En la práctica, esto significa:
Teniendo en cuenta que las pymes representan el 95% del total de las empresas en México, que crean el 40% del total de empleos en el país, empleando a menos de diez personas y generando una ganancia anual de cuatro millones de pesos, las pymes representan importantes impulsores de la economía mexicana. Sin embargo, también son propensos a experimentar corrupción; por ejemplo, informan una tasa de 534 víctimas de corrupción por cada 10.000 unidades de negocio (Inegi, 2016). Este tipo de empresas es el sector más vulnerable por problemas de integridad. Por lo tanto, BII brindará apoyo a las PYME para fortalecer la responsabilidad de las empresas en garantizar el cumplimiento de las normas mexicanas vigentes en materia de integridad corporativa y anticorrupción.
BII en México busca fomentar el robustecimiento de las prácticas comerciales de integridad, brindando una guía efectiva a las empresas y las PYME que enfrentan desafíos o riesgos de corrupción. Al implementar esta herramienta de análisis de riesgos, proporcionaremos a las PYME evaluaciones de riesgos, gestión de riesgos y recomendaciones para implementar controles internos para mitigar los riesgos de corrupción.
Esta herramienta evaluará su nivel de riesgo de corrupción identificando elementos de control y desplegando un set de recomendaciones para que las empresas usuarias puedan fortalecer sus prácticas corporativas haciendo frente a la corrupción.
Ahora que conoces tu nivel de riesgos te invitamos a consultar los productos gratuitos y de acceso público que conforman la Caja de Herramientas de Integridad Corporativa. Entre los materiales que ponemos a tu disposición podrás encontrar manuales que sirven de guía para construir una cultura de ética e integridad en los negocios, plantillas editables para adoptar mecanismos de control adaptables al contexto de tu empresa y un curso en línea para contribuir a los esfuerzos de las MiPyMEs en el combate contra la corrupción y el soborno.
Además, te proponemos considerar y poner en práctica el siguiente decálogo de recomendaciones de acción para facilitar la adopción de una cultura de integridad empresarial:
1. Construir colaborativamente un manual de integridad para la compañía:
este manual se convierte en la hoja de ruta para que los directivos, empleados, inversionistas y clientes conozcan con claridad la política de “cero tolerancia” a la corrupción.
2. Establecer y comunicar las normas y reglamentos de la empresa frente a la corrupción:
mediante el código de ética se establecen las reglas, sanciones y marcos que la empresa considera necesarios en materia de integridad en los negocios.
3. Fomentar la cultura de la legalidad y la cultura de la denuncia:
estos aspectos van de la mano, dado que la empresa divulga los parámetros de comportamiento ético y los interioriza en su compañía como parte de los valores misionales, así también, debe promover la denuncia, anónima y garantista, que permita exponer casos o prevenirlos.
4. Establecer los marcos claros de conducta y comunicarlos efectivamente:
siguiendo el código de ética, el canal de denuncia y el manual de integridad, se deberá orientar a los miembros de la empresa en los límites de sus relaciones laborales, en términos de recibir y dar regalos, donaciones, invitaciones y demás conductas como parte de la estrategia para eliminar riesgos de corrupción.
5. Evaluar los riesgos que tiene la empresa, a manera de diagnóstico, y tomar decisiones con base en ellos:
lo que no se mide, no mejora. Es importante, que se realice un diagnóstico de los riesgos de corrupción de tu empresa y se evalúen los puntos vulnerables, con el fin de elaborar un plan de acción, mitigación y un monitoreo periódico de dichos riesgos.
6. Establecer mecanismos de contratación de personal basado en valores éticos:
se sugiere hacer procesos de contratación en donde se pregunte a las personas candidatas en relación a dilemas éticos que permitan evaluar otras dimensiones del perfil de los aspirantes, procurando que el personal tenga afinidad con los valores de la compañía.
7. Realizar procesos de auditoría externa una vez al año:
el manejo de las finanzas y de los procesos corporativos deben ser evaluados de manera objetiva y la mejor manera de hacerlo es estableciendo mecanismos de control internos y externos. Se sugiere tener auditorías o revisiones fiscales cuando menos una vez al año. Parte de la información se puede compartir con los clientes y empleados, de manera que se evidencie la transparencia en las operaciones legales y financieras.
8. Diseñar una estrategia de capacitación para tu personal en temas de ética y transparencia:
en todos los niveles del personal de la compañía, es importante tener procesos de capacitación que permitan la sensibilización y comprensión de los mecanismos e implicaciones de las políticas anticorrupción. Se sugiere sostener procesos de capacitación y un seguimiento a los resultados de dichos programas.
9. Promover en tu gremio/sector económico una agenda anticorrupción:
contar con aliados estratégicos en un sector específico de la economía o gremio, promueve una acción colectiva para frenar el fenómeno de la corrupción. Sumar fuerzas y generar estrategias conjuntas abre puertas para construir puentes colaborativos y establecer redes que pacten por la integridad y contribuyan a avanzar el desarrollo sostenible.
10. Adoptar una cultura de integridad corporativa es un generador de valor económico y social para tu empresa:
Incorporar prácticas corporativas éticas, íntegras, transparentes y justas en las estrategias de negocio, permiten a tu MiPyME formar parte de un grupo selecto de empresas que actúan en estricto apego a normas globales; acceder a mejores créditos financieros; protegerse con seguros a menor costo derivado del menor riesgo; acceder a mercados internacionales potenciando el crecimiento de tu negocio; reducir riesgos de sanciones penales y administrativas; conservar un staff competitivo; reducir y regular conflictos de interés; y fortalecer las ventajas comparativas a partir de una reputación y legitimidad competitiva.